Ventanas PVC o aluminio: guía definitiva para tu hogar

Nadie se imagina que las ventanas sean tan importantes en una casa, pero son, probablemente, el elemento más relevante. Elegir una es más complicado de lo que parece a simple vista. Los fabricantes no se han quedado de brazos cruzados y han sacado al mercado una gran variedad de ventanas que solucionan problemas como reducir el consumo energético, las filtraciones de aire y de polvo, los escapes de calor y los ruidos. Normalmente, las ventanas son los puntos débiles de la casa, el hueco por el que se escapa el 15% de la energía.

Tener unas buenas ventanas ahorra hasta un 50% en calefacción, así que toca mirar las cuentas. Es una decisión que puede condicionar la factura energética de los próximos 20 años. Además, las viviendas se revalorizan al mejorar su aislamiento y su clasificación energética, por lo que hay que verlas como una inversión. 

Un mundo de opciones, del aluminio al PVC

Si tienes que cambiar tus viejas ventanas por otras más eficientes, primero tienes que fijarte en su capacidad aislante, que viene indicada en la etiqueta. Cuanto más bajo sea el coeficiente U o el nivel de transmitancia térmica, más aislamiento tendrá. La clasificación de invierno tiene siete niveles, que en el caso español van desde el color verde y la letra A para las mejores, hasta el rojo y la G para las peores. 

Después, tienes que elegir el perfil, ya sea de aluminio, con rotura de puente térmico, también conocido como RPT, o de PVC. Las ventanas tradicionales de aluminio simple que se instalaban en España durante muchos años tienen buena culpa del despilfarro energético del parque inmobiliario. Pero las que se fabrican en la actualidad incorporan una innovación que marca una gran diferencia y no tienen nada que ver.

Protegiéndote del frío, el calor... y el ruido

El PVC está compuesto en un 57% de sal y reduce la demanda de calefacción hasta un 40%. En el caso del aire acondicionado lo hace en un 32% y la entrada de ruido hasta en 48 decibelios. Es más de lo que puede aislarte el aluminio en este caso, que llega hasta los 24 decibelios. Eso sí, recuerda que no sirve de nada si hay filtraciones de aire. El aire es el medio principal por el que se propagan las ondas sonoras. 

El mercado exige cada vez más prestaciones, tanto térmicas como acústicas, y la ventana de PVC tiene muchas ventajas sobre otros materiales en este sentido. Sobre todo, porque ofrece precios muy competitivos y mínimo mantenimiento. Solo con jabón y agua es suficiente.

El aluminio, siempre con rotura de puente térmico

Otro de los materiales que más se emplean en la fabricación de ventanas es el aluminio, pero siempre tiene que ser con rotura de puente térmico, es decir, con un material aislante. Normalmente, se usa la resina o la poliamida. Así, la parte externa de la ventana no entra en contacto directo con la interna. Eso sí, no llega al nivel de aislamiento térmico del PVC.

La elección de la mejor soluciones en ventanas depende de lo que esté buscando el cliente. Si son ventanas blancas o imitación de madera, la elección más inteligente será la ventana de PVC. Pero si buscas colores o cerramientos de terraza, el aluminio es la mejor elección en este caso.

También hay que estar atentos al tipo de vidrio

Al margen del perfil, el 80% de la superficie de una ventana está formada por vidrio, cuyo coste supone el 10% del cerramiento. Las posibilidades en este campo se multiplican. Hay que tener en cuenta que ahora el doble acristalamiento es ya un requisito mínimo para cualquier cerramiento que se precie. A partir de ahí, las prestaciones mejoran cuando el espesor de la cámara del doble acristalamiento tiene como mínimo 16 milímetros y si el aire del interior de la cámara es sustituido por gases de menor conductividad térmica, como el argón. 

Si estás pensando en cambiar tus ventanas, lo mejor es comprar cristales bajo emisivos, que son hasta tres veces más aislantes que los cristales estándar. Otra opción son los vidrios con control solar, que son apropiados para países soleados como España, donde reducir el calor del sol que atraviesa las superficies acristaladas es clave para ahorrar en la factura del aire acondicionado en verano. 

Se puede hacer algo mejor y es optar por cristales que combinan el control solar y la baja emisividad. Así, se reduce la pérdida de calefacción en invierno y la ganancia solar en verano. Si además se busca evitar ruidos, hay que apostar por vidrios laminados acústicos. El futuro más próximo, sobre todo en zonas climáticas severas, pasa por la utilización de triples acristalamientos en lugar de dobles, señalan los expertos.

Ventanas en el tejado, ¡y persianas!

Cuando se trata de ventanas en los tejados, la nueva generación de ventanas tiene marcos más finos y la superficie acristalada es hasta un 18% mayor. Estos cerramientos dejan que pase un 38% más de luz, manteniendo el mismo nivel de protección contra el calor, que se elimina hasta un 70%.

Las persianas también deberían interesarte. Las de aluminio llevan una capa aislante interna, y aunque son algo más pesadas, también son más resistentes. Están indicadas para locales o unifamiliares. Las de PVC son más ligeras y silenciosas y se pueden instalar en cualquier vivienda.

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