Consejos para ahorrar en calefacción en invierno

Consejos para ahorrar en calefacción

Después de ver la factura de luz en verano, muchos son los que deciden ahorrar en invierno para no cometer con la calefacción los mismos errores que con el aire acondicionado. 

Por suerte, existen muchas técnicas para que tu bolsillo no sufra los meses más fríos del año (gran parte de ellas las explican en páginas web como https://www.todoluzygas.es/, por si deseas ampliar información tras este artículo). Y no temas, que no implican pasar las Navidades tiritando. 

Mantener una temperatura constante

En invierno, la lógica debe imperar. Una cosa es estar calentito en casa y otra muy distinta es vestir de manga corta en pleno diciembre. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura de confort térmico se sitúa entre los 21 y 23ºC durante el día y en 18º por la noche. Subir tan sólo un grado más estas temperaturas puede representar un 7% más en tu factura.

Para asegurar esta calidez en el hogar, puedes instalar termostatos programables. Recomendamos, por ejemplo, activarlos una hora antes de regresar a casa o de levantarte. 

No te pases con la calefacción

Abusar de la calefacción no es sólo una cuestión de temperatura, sino de tiempo. Es decir, para ahorrar en tus recibos, debes controlar la frecuencia con la utilizas calderas, radiadores, estufas, etc. ¿No hay nadie en casa? ¿Vas a meterte en la cama? En ese caso, lo mejor es apagar la calefacción. Pues, en momentos como éstos, se trata de un gasto innecesario.

No obstante, si vives en un sitio muy frío, esta medida puede resultar excesiva. Aquí la solución vuelve a ser programar las horas de encendido y de apagado. Aunque otra opción puede ser reducir la temperatura a 15ºC cuando no estés en casa.

Sácale partido al horno

Ahorra en tu factura de gas gracias a la cultura del aprovechamiento. Son gestos muy, muy sencillos, que pasan desapercibidos, pero de gran ayuda. El mejor ejemplo de ellos es el siguiente: ¿has acabado de utilizar el horno? Entonces, prueba a dejar la puerta de la cocina abierta. ¡Conseguirás que el calor generado en esta estancia se disperse por toda la casa!

No cubras los radiadores

Para hacer menos terrorífico el recibo del gas, también aconsejamos optimizar el uso de los radiadores. Esto es tan simple como no cubrirlos con ropa o muebles. Un error frecuente en los hogares españoles consiste en emplearlos como secadora. Éste se trata de un hábito que incrementa mucho el consumo. Si tienes esta manía, tal vez sea hora de ir renunciando a ella.

Mejorar el aislamiento térmico

Los suelos de madera son excelentes para optimizar el aislamiento térmico. ¿El tuyo está hecho con este material? ¡Estupendo! Pero, si no es así, no te preocupes. Para retener mejor el calor, puedes comprar alfombras y moquetas. Con ellas, el aire de tu hogar lo tendrá más difícil para enfriarse.

Asimismo, puedes seguir estos otros consejos:

  • Poner piezas de fieltro o goma en las rendijas existentes entre las puertas y el suelo.
  • Dejar que pase más luz solar en casa durante el día.
  • Cuando sea de noche, cerrar por completo las persianas y las ventanas.

De este modo, podrás mantener la temperatura de tu vivienda de forma más efectiva.

Echa un ojo a tu caldera

Conservar la caldera en óptimas condiciones ayudará a disminuir el consumo. Antes de comenzar a usar la calefacción, es bueno llamar a un profesional para revisar la caldera, así como purgar los radiadores

Por otra parte, si tu caldera tiene muchos años, tal vez debas plantearte reemplazarla por una más eficiente. Si bien esta inversión es un tanto elevada, la amortizarás con creces a medio plazo.

Revisa tu tarifa

Para acabar, cabe mencionar que la tarifa que tengas contratada puede afectar en gran medida el importe de tus recibos de luz y gas. Estúdiala y baraja otras opciones en el mercado para dar con la que mejor se ajuste a tus necesidades.

Conclusión

Ahora ya conoces cómo ahorrar calefacción durante los meses de invierno. Tan sólo tienes que seguir los consejos aquí mencionados: mantener una temperatura constante en casa, comparar tarifas, no utilizar las calderas todo el día o apostar por el aislamiento térmico.

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