El Mundo - Alquilar un apartamento de 40 metros cuadrados en el distrito de Tetuán costaba el año pasado por estas fechas 750 euros al mes. Por pisos de similares características los caseros piden ahora unos 100 euros... menos.
Lo nunca visto llega al mercado de los arrendamientos: rebajas en las rentas de entre el 5% y el 10%. Lo sufren o lo disfrutan, según el caso, con carácter general los arrendadores y los arrendatarios de las grandes ciudades por primera vez desde que el sector inmobiliario tiene memoria. Y los expertos no se atreven a ponerle fecha de caducidad a esta tendencia.
La aplicación de la más básica de las leyes del mercado hacía suponer que iba a suceder todo lo contrario. Desde hace unos meses, los aspirantes a compradores de vivienda cada vez encuentran más obstáculos antes de empezar a abonar las letras de una hipoteca. Muchos, en contra de su voluntad, tienen que optar finalmente por el alquiler. Si aumenta la demanda y la oferta sigue siendo la misma, los precios suben.
Mayor oferta
Sin embargo, a esta ecuación se ha incorporado una variable que afecta notablemente al resultado. «El número de casas es mucho mayor ahora porque ante la imposibilidad de venderlas muchos propietarios que no pueden pagar su crédito optan por ponerlas temporalmente en el mercado de arrendamiento», apuntan en el Programa de Fomento de Alquiler Garantizado (PFAG).
«El incremento de la oferta ha sido mayor que el de la demanda, por eso las nuevas rentas de pisos en las grandes ciudades han bajado, de media, entre 50 y 100 euros», agregan en esta compañía de intermediación. Además, señalan, aparte de que «no se están produciendo revalorizaciones del IPC», algunos inquilinos «piden rebajas a sus caseros y, si han ido pagando bien y no han dado problemas, éstos prefieren bajarles el alquiler antes que arriesgarse a perderlos».
Así, casos hasta ahora inusuales en grado sumo como el del propietario de Barcelona que ha decidido por iniciativa propia descontarle 50 euros a sus arrendatarios podrían dejar de ser noticia en los próximos meses. Los responsables del PFAG aseguran que en este momento el mayor temor son los impagos.
En Alfa Inmobiliaria cifran la revisión a la baja de los arrendamientos entre un 5% y un 10%. «En Madrid se nota más en el extrarradio que en el interior de la M-30, pero es generalizado», argumenta su vicepresidente, Jesús Duque, quien, con su amplia perspectiva del devenir residencial, confiesa que es la primera vez que asiste a una caída global de los importes de las rentas.
Pese a lo que comprueban los expertos situados en la primera fila del mercado y los potenciales inquilinos que buscan piso, los estudios institucionales siguen reflejando subidas significativas. El INE, por ejemplo, cifró en un 4,4% el encarecimiento en 2008, tres puntos más que el aumento del poder adquisitivo de los hogares.
La aparente contradicción entre las estadísticas oficiales y la realidad que devuelven los buscadores de casas en renta «se debe, en parte, a que las primeras analizan la media de todos los alquileres que se están pagando, tanto antiguos como recientes», aclara el director del Programa de Formación Inmobiliaria de la Universidad Autónoma de Madrid, Pedro Morón.