Las franquicias cierran su año más difícil

Expansión - La apertura de establecimientos franquiciados en Catalunya se ralentizó el año pasado debido a la crisis inmobiliaria y financiera. Por un lado, el cierre de gran parte de las oficinas inmobiliarias y entidades de intermediación financiera lastraron el balance global de crecimiento, que fue de un 0,8% frente a los importantes incrementos registrados en los ejercicios anteriores.

Por otro lado, la falta de financiación frenó la voluntad de apertura de establecimientos en los otros sectores: a pesar de ser el año con más solicitudes por parte de los franquiciados, también fue el que se saldó con un menor número de proyectos llevados a cabo con éxito por falta de crédito bancario.

Catalunya es la segunda comunidad española por peso de franquicias, por detrás de Madrid, con un total de 240 centrales de franquicia (el 25% del total) y 14.310 establecimientos (20,7% del total). En 2008, la facturación global alcanzó los 4.323 millones de euros (un 2,57% más que en 2007) y se empleó a más de 61.600 personas (un 3,69% más).

“El año que cerramos ha sido el más difícil para la franquicia en España desde que ésta inició su actividad”, indicó ayer Eduardo Tormo, director general de la consultora especializada en franquicias Tormo & Asociados. Y añade que 2009 “será un año mejor, a tenor de la evolución de los acontecimientos en el sector, en el que tendremos que trabajar más para conseguir lo mismo”.

En 2008 se cerraron 25 compañías de intermediación financiera que tenían redes de sucursales franquiciadas sobre un total de 54. En el sector inmobiliario desaparecieron 14 centrales con agencias inmobiliarias franquiciadas de las 45 que había en 2007, según Tormo & Asociados.

Como contrapunto, Tormo explica que existen nuevos sectores que están tirando del carro de la franquicia en España. En primer lugar destacó en 2008 la creación de multitud de centros de depilación definitiva, así como de escuelas infantiles para cubrir un nuevo nicho de mercado en el que en los últimos años ha aumentado la demanda.

Por otro lado, la crisis ha hecho aflorar algunos negocios que requieren baja inversión y cuya demanda también incrementa en periodos de contención del gasto, como las cadenas de comida rápida, los establecimientos de arreglos de ropa, los talleres de reparación de automóviles y las tiendas de productos de segunda mano. Además, Tormo explica que se han incrementado los casos de antiguos API’s que se convierten en administradores de fincas y también las franquicias de hoteles de bajo coste.

La consultora confía en que la oportunidad de encontrar locales comerciales a un precio más asequible impulse la creación de nuevas franquicias. Aunque, por supuesto, deberá correr paralelo a la reactivación del crédito bancario.

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